Oslo, Noruega | 10 de diciembre de 2025
La activista y líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, fue honrada este miércoles con el Premio Nobel de la Paz 2025 «por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia». El anuncio del premio se había realizado meses atrás, generando un foco de atención internacional sobre la crisis política venezolana.
Debido a la persecución política y a las dificultades que enfrenta para salir de Venezuela, Machado no pudo estar presente en el Ayuntamiento de Oslo para la ceremonia oficial. En su lugar, su hija mayor, Ana Corina Sosa Machado, recibió la medalla y el diploma del Nobel. La hija de la galardonada leyó un emotivo discurso en el que su madre dedicó el reconocimiento a los «héroes anónimos» que luchan por la democracia en Venezuela.
La ausencia de Machado ha sido un tema central en los medios, aunque el Instituto Nobel Noruego confirmó su presencia en Oslo en las próximas horas, tras la ceremonia protocolaria.
El galardón a Machado representa un espaldarazo significativo por parte de la comunidad internacional a la oposición venezolana frente al régimen de Nicolás Maduro. Figuras del oficialismo, como Diosdado Cabello, han desestimado el valor del premio, calificándolo de «subasta».
El Premio Nobel de la Paz del año anterior (2024) fue otorgado a Nihon Hidankyo, una organización de supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, por sus esfuerzos en pro del desarme nuclear.
La opresión contra Machado no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia sistemática del gobierno venezolano. Desde 2023, la Contraloría General de Venezuela la inhabilitó para ejercer cargos públicos por 15 años, una decisión ratificada posteriormente por el Tribunal Supremo de Justicia y vista por la comunidad internacional como un movimiento político para sacarla de la carrera presidencial.
En los últimos meses, la presión se ha intensificado. En julio de 2025, Machado denunció una «brutal ola de represión» y detenciones masivas de miembros de su equipo y activistas de la oposición. Aliados cercanos, como el exalcalde metropolitano Antonio Ledezma, han alertado desde Oslo que existen temores fundados de que el régimen intente «cazar, desaparecer y liquidar» a la líder opositora si intenta un movimiento público, razón por la cual vive en la clandestinidad.
El Comité Noruego del Nobel, al otorgar el premio, ha buscado resaltar la resistencia civil no violenta frente a un régimen que ha manipulado los resultados electorales y violado sistemáticamente los derechos humanos.
Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel, destacó durante la ceremonia que, aunque no puedan oír los discursos en Venezuela, sí se oyen «los gritos de los presos que están siendo torturados», en una referencia directa a la crisis de presos políticos que Machado ha denunciado reiteradamente.
La ausencia física de Machado en Noruega se convierte así en la prueba más palpable del costo personal y político de desafiar al gobierno de Nicolás Maduro, mientras miles de venezolanos alrededor del mundo marchan en solidaridad y para exigir el cese de la opresión política en su país.
