La perfecta manipulación
Por Cipriano Miraflores
La virtud de un buen gobierno se logra al satisfacer las grandes necesidades públicas, principalmente de seguridad, paz social, armonía social, crecimiento económico, distribución justa de la riqueza social, buenos servicios de salud, educación, infraestructura. Los gobiernos federal, estatal y municipal cumplen con sus encomiendas, por ejemplo, lo más inmediato para el ciudadano son los servicios de limpieza de las calles, agua potable, drenaje, seguridad pública, tránsito, etc.
Aquí se manifiesta la coherencia entre régimen, gobierno y administración pública. Pero si el régimen político se va a las nubes, con tal de lograr el respaldo popular, eleva las expectativas ciudadanas, al momento, el régimen se da cuenta que no puede lograr lo prometido, toma el camino del engaño, la mentira, de la simulación, utiliza las herramientas del poder para conservarlo, como la propaganda, colorea lo poco que hace, echa culpas por doquier, pero no acepta su responsabilidad, gasta mucho en justificaciónes, lo peor es que se vuelva cínico, total tiene todos los recursos para mantenerse en el poder, un ejemplo de ello es la afirmación de la presidente de Morena que en donde gobierna este partido no hay baches. O la afirmación de doña Claudia, que ante la caída de los regímenes populistas, como en Chile y Bolivia, afirme que en México no sucederá eso. Cómo dirían los abogados, confesión de parte relevo de pruebas.
La verdad, al régimen político de México no le queda otro camino que manipular para conservar el Poder. En esto andamos en México.
Así las cosas, ayer cometí un error: el autor del Arte de la Prudencia no fue Quevedo sino Gracián, pido disculpas por ello.
Mejor sean rabiosamente felices.
Por Kha llouro lou
