Opinión de Cipriano Miraflores

El menos malo
Por Cipriano Miraflores

Poca gente está consciente de que vivimos en un Régimen Político de Maximato Autoritario y Populista, donde nada de importancia política se mueve sin la aprobación del líder del Movimiento.

Los que lo entienden y son demócratas, apoyan cualquier signo de independencia de Doña Claudia, incluso quieren el rompimiento con todo lo que significa el Obradorato, que asuma el timón del gobierno en absoluto.

Piensan además que será por el bien del país, porque es cabeza fría, inteligente y demócrata.

Pues yo no pienso lo mismo, desde luego, deseo que este grupo político se vaya al basurero de la historia, pero si tuviera que escoger entre Claudia y Rayito de Esperanza, preferiría a este último.

De acuerdo al historial político de Claudia, desde el Movimiento Universitario, pasando por el gobierno de Cabecita de Algodón en la Ciudad de México, en la Delegación Tlalpan, en el gobierno de la Capital, se ha manifestado, de acuerdo a especialistas, como una política doctrinaria, déspota, autoritaria, psicópata, rencorosa, vengativa, irresponsable, sin escrúpulos, mentirosa compulsiva, no sabe escuchar, tenebrosa, traidora, excesivamente ambiciosa, no concuerda con la buena ética.

Por eso, se dice que Cabecita de Algodón la redujo al despacho de la institución presidencial de la República, pero no del gobierno, mucho menos del Partido.

Su estrategia de ir minando el prestigio de las Corcholatas es evidente, pero exhibirlos en una jaula es un exceso, imprudente, impolitico.

En la Política hay reglas, principios que se deben asumir, aunque tengas que tragar sapos, no puedes golpear al «hermano» del hombre a quien le debes todo, mucho menos a su hijo.

Así las cosas, en vía de mientras sea usted rabiosamente feliz, el cuerpo lo pide, es viernes.
Premio Nobel a Machado, una piedra más sobre la tumba del dictador.

Nha Xasgshxo Bihshe