domingo, noviembre 23, 2025
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Crónicas Beisboleras

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Columna 729.
Por Jaime Palau Ranz

Cuando Fernando fue contratado por los Dodgers, lo mandaron a las Ligas Menores, tal como suele suceder, todos los lanzadores novatos deben ir ganando experiencia antes de tener su oportunidad en las Mayores, el reporte de los scouts decía que tenía una buena curva y una recta aceptable, sin embargo, no era suficiente, requería de un tercer lanzamiento para destacar.
Al Campanis, griego de nacimiento, fue pelotero de una sola temporada y después directivo de los Dodgers, decidió que el lanzamiento ideal para Fernando podría ser el Screwball o tirabuzón, el único pitcher de la organización que sabía tirarlo era Roberto “Babo” Castillo, así que fue enviado a la Liga Instruccional de Arizona a enseñárselo, el aprendizaje fue inmediato dominándolo por completo.
El arranque de carrera en las Grandes Ligas de Fernando Valenzuela fue espectacular, era un joven de 20 años con un temple extraordinario, de un veterano de más de 30, sin miedo a enfrentarse a cualquier pelotero por más temible que fuera con el bate, su seguridad y confianza sorprendía a entrenadores, compañeros de equipo, rivales, periodistas, expertos y fanáticos en general, así empezó la Fernandomanía.
Fernando participó en un total de 453 encuentros, de los cuales inició 424, eso quiere decir que en 29 entró como relevista, de los cuales logró salvar 2, su récord de ganados y perdidos fue 173 victorias por 153 descalabros, desafortunadamente no llegó a los 200 triunfos, esa frontera pareciera ser la diferencia entre llegar o no al Salón de la Fama.
El beisbol es un deporte de estadísticas y se pueden medir muchos factores que podrían pasar desapercibidos, por ejemplo, saber con precisión el apoyo que pudo tener un lanzador de su ofensiva y compararlo con el de otros, incluso con algunos que si llegaron a ser elegidos como inmortales en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Fernando no recibía respaldo oportuno de sus bateadores, durante su carrera su club anotaba 4.18 carreras por cada 9 innings lanzados, mientras que la mayoría de los lanzadores que llegaron al Salón de la Fama superaban las 5 carreras de respaldo en 9 innings, es una gran diferencia.
Un mánager espera que un lanzador abridor tire por lo menos 6 entradas completas ó 100 lanzamientos, de ser así, aminoraría la necesidad de utilizar a sus relevistas, al tener un mayor descanso esos brazos estarán listos cuando en verdad se les requiera, por eso era tan grande Fernando, en su carrera tiró 113 juegos completos, de los cuales 31 fueron blanqueadas, es decir, no recibió carreras.
A pesar de esos números extraordinarios, si sus bateadores no producían carreras Fernando no podía ganar partidos a pesar de su eficiencia, nada más revelador que saber que en 97 encuentros en los que lanzó por 7 entradas o más con eficiencia, al final no ganó el encuentro, de haber tenido un mejor apoyo de su ofensiva, pudo haber ganado 51 encuentros adicionales llegando a 224, suficientes para el HOF.
Fernando tiró 2930 innings, ponchó a 2074 enemigos, su promedio de carreras limpias aceptadas por cada 9 entradas fue de 3.54, recibió 2718 hits de los cuales 226 fueron cuadrangulares, otorgó 1151 bases por bolas, era tan bueno su control que solo dio 25 pelotazos a sus contrarios y únicamente cometió 119 wild pitchs, los umpires le marcaron 11 balks o engaños, realmente es una cantidad muy baja.
Del año 2000 a la fecha han ingresado al Salón de la Fama 20 lanzadores, de los cuales 3 jugaron en Ligas Negras y un Comité especial los eligió, 4 lo consiguieron por medio del Comité de Veteranos y 13 lograron los votos de los periodistas de la Asociación de Escritores de Beisbol de América, revisemos los números de algunos de estos.
Mike Mussina, 18 temporadas, 270 ganados 3.68 de carreras limpias, ganó 2 Series Mundiales, cero Cy Young, ningún juegos sin hit ni carera
Roy Halladay, 16 temporadas, 203 triunfos, 3.58 de careras limpias aceptadas, 2 Cy Young, no ganó Serie Mundial, 1 juego sin hit ni carrera que fue perfecto.
John Smoltz, 21 temporadas, 213 ganados, 3.33 de carreras limpias, 1 Cy Young, 1 Serie Mundial, no tiró sin hit.
Pedro Martínez, 18 temporadas, 219 triunfos, 2.93 de carreras limpias, 3 Cy Young, 1 Serie Mundial.
Randy Johnson, 22 temporadas, 303 ganados, 3.29 de limpias permitidas, 5 Cy Young, 1 Serie Mundial, 1 juego Perfecto, 1 triple Corona de pitcheo.
Algunos fueron cerradores como Mariano Rivera, Trevor Hoffman o Dennys Eckerley así que sus números no pueden compararse con los de Fernando, con los demás podemos apreciar que no estuvo tan lejos de ellos, incluso fue mejor en algunos renglones, el gran detalle sigue siendo la cantidad de triunfos conseguidos.
El Comité formado en México tiene la encomienda de demostrar que estos números son suficientes y que el efecto generado por la Fernandomanía permitió mejorar las relaciones entre 2 países, el entorno familiar y la convivencia entre las familias, terminó con conflictos añejos entre la comunidad hispana y las autoridades de la zona del estadio en Los Ángeles, y un gran etcétera, pronto veremos si fue suficiente.
Sígueme en mi página de Facebook: Jaime Palau Ranz.
Correo: jaime.graficatotal@gmail.com

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