Víctor Manuel Aguilar Gutiérrez
Cada semana se anuncia una nueva medida que restringe a la persona, no solo en su libertad sino en su vida misma. El control que actualmente ejerce el Estado sobre la vida de sus ciudadanos rebasa cualquier cuento de ciencia ficción. Finalmente, el mundo que describen obras como “1984” de George Orwell o “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley, quedan cortos frente a la realidad. Los avances tecnológicos y un poder sin contrapesos que ambiciona más poder son la combinación perfecta para un autoritarismo restrictivo. En la historia del mundo ningún gobierno autoritario o fascista ha ejercido tanto control sobre sus ciudadanos como el que actualmente se pretende ejercer en México. Solo los gobiernos totalitarios como Corea del Norte o China tienen políticas y controles restrictivos pero utilizan otros métodos.
Vivimos en una monarquía disfrazada de república democrática, el regreso de la presidencia imperial pero con intenciones más perversas quedan en evidencia con las reformas e iniciativas de ley que cada semana se proponen en la cámara de diputados o en la de senadores; así como, la implementación de políticas públicas restrictivas. A los ciudadanos se les quita su derecho de defensa frente al Estado con las reformas a la ley de amparo, dejando a la persona vulnerable en aras de una colectividad que en realidad esconde intereses de grupos de poder.
El desmantelamiento del último poder autónomo a través de la reforma al Poder Judicial y la costosa farsa que la elección de jueces, magistrados y ministros representó; consolida un Estado autoritario sin división de poderes y sin contrapesos. Ya no es el apego a la ley lo que determina las sentencias sino el humor con que los nuevos juzgadores amanezcan cada día amanezcan.
La llamada Ley Espía aprobada hace unos meses, permite la vigilancia masiva a cada ciudadano sin la supervisión judicial adecuada. Esto viola los derechos humanos y la protección de datos personales al permitir el acceso a información sensible por parte de las autoridades dejando vulnerable a la gente frente a un mal uso de esta información.
Ahora el gobierno pretende controlar el dinero de los ciudadanos a través del MTU. Desde el 1 de octubre, cualquier persona que realice transferencias electrónicas en México deberá configurar su Monto Transaccional del Usuario (MTU) y descargar el Comprobante Electrónico de Pago (CEP) como respaldo obligatorio. Se trata de un instrumento para el control financiero en el país, con implicaciones que podrían considerarse como una forma de fiscalización masiva, terrorismo fiscal, y control del flujo de efectivo de cada ciudadano.
La nueva legislación de aguas nacionales otorga un poder excesivo al gobierno central para decidir sobre la asignación del agua, lo que podría llevar a decisiones basadas en criterios políticos y no técnicos. La creación de un fondo de reserva para la reasignación de agua podría ser utilizada como una herramienta de presión política.
Finalmente, también los apoyos sociales son un medio de control político que busca la cooptación total de los individuos generando una dependencia vital de las personas al régimen gobernante.
El dos de octubre queda corto frente una estrategia de represión selectiva a través de los medios del poder o de grupos de choque o de las alianzas con la ilegalidad.
Al sector productivo se le ahoga con el cobro de impuestos inquisitivamente. No hay que olvidar que el Estado y los apoyos sociales se financian de la aportación de este sector.
Urge el restablecimiento de la república y la democracia. El retorno de una visión ideológica a una visión estadista del ejercicio gubernamental, el pasar de la improvisación a la profesionalización en la administración pública, de la ocurrencia al apego a la ley, y de la opacidad a la transparencia en el manejo de los recursos públicos y asignación de contratos.
El rumbo que seguimos lleva a la autodestrucción misma del Estado, el retorno a la “ley de la selva”. La eliminación del imperio de la ley, “no me vengan con eso de que la ley es la ley”, deja a todo un pueblo a merced de la voluntad de su gobernante.
Es urgente el regreso de los controles y contrapesos al poder, solo así podemos creer un discurso que habla de combatir la corrupción y los excesos del poder. Los controles aplican a cualquier gobernante sea del partido que sea, el tema no es de partidos sino de equilibrio democrático, sin importar quien ostente el poder.
@aguilargvictorm
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