Columna 718.
Por Jaime Palau Ranz
Adiós al Estadio Lic. Eduardo Vasconcelos.
El 26 de agosto de 1825 se crea por decreto del gobernador Ignacio Morales el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, abrió sus puertas en enero de 1827 en la calle de San Nicolás, hoy día Avenida Independencia, su primer rector fue el fraile liberal Francisco de Aparicio, en ese edificio se encontraba una iglesia que fue construida por los curas Dominicos, ahora ahí se ubica el Centro Cultural San Pablo, que alberga las oficinas de la Fundación Alfredo Harp Helú.
El Instituto ofrecía la carrera eclesiástica hasta 1845, cuando deciden enfocarse en el derecho y en la medicina, de hecho, de sus aulas surgieron Benito Pablo Juárez García, Porfirio Díaz Mori, ambos presidentes de México, Demetrio Sodi Guergué Antuñana, otro oaxaqueño Presidente de la Suprema Corte de Justicia igual que Juárez solo que no era de origen indígena.
Para 1852 se agregaron las cátedras de Economía Política y Farmacia, 10 años después se ofrecieron las clases de Litografía y Tipografía, en 1874 se establece la carrera de Administración, ahí estudió mi padre medicina y mi madre enfermería.
El Lic. Eduardo Vasconcelos, gobernador interino del estado de Oaxaca desde el 19 de enero de 1947, construye en el año de 1950 un estadio de beisbol y lo entrega al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca para la práctica de este deporte, de ahí viene el nombre del estadio.
Por decreto se estableció el 17 de enero de 1955 como Universidad Benito Juárez de Oaxaca, después de los movimientos estudiantiles de 1968 en México y siendo el Lic. Rubén Vasconcelos Beltrán, el primer rector electo democráticamente, se agrega al nombre de la Universidad la palabra “Autónoma”.
El estadio Lic. Eduardo Vasconcelos fue el campo principal de la Liga Universitaria y se utilizó regularmente en todos los campeonatos locales, se prestaba para las finales de las ligas existentes y para que la selección Oaxaca enfrentara a equipos importantes que vinieron a realizar juegos de exhibición o pretemporada de la Liga Mexicana de Beisbol.
En Oaxaca jugaron extraordinarios peloteros, sobre todo cubanos, que vinieron con una selección de estrellas extranjeras que brillaban en la Liga Mexicana entre los años 1960 y 1965, algunos llegaron a jugar en las Ligas Negras, en Ligas Menores y hasta en las Grandes Ligas, entre ellos el lanzador Luis Tiant, el tercera base Héctor Rodríguez, Celso Oviedo, Asdrúbal Baró, el cubano Juan Meza o el lanzador Dan Bankead.
Aquí jugaron Juan Subi y Sergio “África” González antes de llegar a Liga Mexicana, al lanzador zurdo Manuel Quevedo, le gustó Oaxaca, ya no se fue, jugó con el equipo Radio Marconi, vinieron y se quedaron como instructores de la Universidad varios jugadores profesional, como el cubano Agustín “Pijini” Bejarano, gran robador de bases en la liga mexicana.
También se quedó el receptor José Mahoma Luna, fundó a Pericos de la preparatoria y fue el primero en formar una selección de niños de 12 y 13 años de Oaxaca, Enrique “la rubia” Flores, un entrenador llegado de Córdoba, Veracruz, y no podemos olvidar al gran pelotero cubano, mi maestro, don Pedro Cardenal Domecq, dejó varios récords de bateo en Liga Mexicana con Tecolotes y Pericos de Puebla.
Es un estadio lleno de historia, recibió en 1962 al Campeonato Nacional de Béisbol, en 1972 a los Cafeteros de Córdoba en la pretemporada cuando fueron campeones de Liga Mexicana, aquí jugaron de jóvenes Vinicio Castilla y Bernardo Cuervo, a partir de 1996 y durante 30 temporadas consecutivas, pasó a ser la casa oficial del equipo profesional Guerreros de Oaxaca, aquí se ganó el único campeonato de su historia en la Liga Mexicana de Béisbol en 1998.
Con Guerreros jugaron peloteros históricos como Luis Sojo campeón con los Yankees de Nueva York en Grandes Ligas, Nelson Barrera Romellón, aquí rompió el récord de jonrones de la LMB que poseía el supermán de Chihuahua Héctor Espino, Óscar Azócar, pelotero venezolano que ganó un título de bateo de Liga Mexicana, el oaxaqueño Jaime Brena, el receptor regiomontano Erick Rodríguez.
Fue gerente deportivo Roberto Castellón Yuén, su compadre Adolfo “tribilín” Cabrera hizo un extraordinario trabajo como coach y encargado de la logística de viajes del equipo, al grado que su número 47 está retirado junto al 16 de Barrera, el 10 de Brena y el 37 de Rodríguez.
Se sabía que la historia del estadio llegaría a su fin al término de la temporada 2025, la del centenario de la Liga Mexicana de Béisbol, el caer el out final del séptimo juego de la serie frente a los Piratas de Campeche buscando pasar a la final de la Zona Sur el jueves 28 de agosto, nadie podría creerlo en las tribunas, se esperaba que siguieran adelante y al perder 2 juegos consecutivos cayó la noche sorpresivamente.
La directiva de Guerreros tuvo el acierto de invitar a la prensa y aficionados a ser testigos del cierre oficial de la historia del estadio, el jueves 4 de septiembre de 2025 abrieron las puertas del estadio a las 4 de la tarde, se pudieron recorrer las casetas, la zona de vestidores y tribunas, se rifaron algunas butacas y a las 7 de la tarde, terminando de ocultarse el sol, inició la cuenta regresiva de 10 a 0.
José Manuel Chamorro, el famoso “acuario, acuario”, encargado de las luces del estadio, bajó el switch por última vez dejando al coloso en penumbras, en ese momento iniciaron los fuegos artificiales al ritmo de la música tradicional oaxaqueña, fue un muy emotivo evento de despedida, solo queda esperar que avance la construcción del nuevo estadio anunciado con el nombre de YU´VA.
A partir de 2026 empezará a escribir su historia para beneficio de Oaxaca, seremos testigos sus jugadores, los aficionados, los fanáticos, cronistas, periodistas y el mundo entero.
Gracias a mi tocayo Jaime Montes García por apuntalar mi memoria y ayudar a recordar los nombres de los peloteros históricos que vinieron a Oaxaca.
Si desea contactarme favor escribir a jaime.graficatotal@gmail.com
Más historias
Crónicas Beisboleras
Crónicas Beisboleras.
Crónicas Beisboleras.