El Estado Mexicano
Por Cipriano Miraflores
La formación del Estado Mexicano desde hace más de 200 años, un ente con capacidad de Un Buen Vivir de una población en un territorio determinado en condiciones de paz y justicia ha sido un proyecto inacabado.
La pérdida de la mitad del territorio, la gran desigualdad entre su población, la fragilidad de su sistema de justicia, la falta de solidez y formación de sus clases gobernantes y de sus burocracias, su incapacidad para evitar la corrupción, la debilidad de su capacidad de coerción, de ofrecer los servicios básicos a la población como salud, educación, seguridad, infraestructura, además de su falta de ideas para conducir al país hacia un proyecto que sea una nación que se codeara entre las mejores países, han sido y son expresiones de su debilidad ya casi congénita.
Afirma doña Claudia que somos el mejor pueblo del mundo, pero con pésimos gobiernos, incluyendo el de ella. La prueba es que bajo el gobierno de Estados Unidos se potencian sus capacidades y son ciudadanos modelo.
El fracaso de sus clases gobernantes para la formación integral del Estado Mexicano es un hecho, salvo Porfirio Díaz, Lázaro Cárdenas, Adolfo López Mateos y Salinas, que aportaron a esta formación, los demás respondieron, regularmente mal, a sus circunstancias. Históricas.
Pero ninguno de ellos se levantaban con la idea de «como chingar la institucionalidad del Estado Mexicano» como los Presidentes Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaun.
Hacer de la Constitución y de las leyes normas irrelevantes, destruir los principios de la República, anular las instituciones que son contrapesos de la excesiva concentración y ejercicio del poder político, perder el control del territorio, poner en manos de impartición de justicia en manos inexpertas, la destrucción de su burocracia y de su incapacidad de ofrecer los servicios básicos a su población, además de considerar a este Estado como un botín, son hechos que demuestran la capacidad de destrucción de esta clase gobernante
Descarrilar al Estado habla de la estupidez de la Cuarta Transformación.
Creo que se debe hacer lo posible de recomponer la vida del Estado, su fortaleza, sobre todo su institucionalidad, su capacidad para arropar la libertad y seguridad jurídica, política y social de su población.
Que su población esté inerme ante los malos, que sus leyes no se observen, que su polarización avanza de forma irracional, que la voracidad de su clase gobernante y ambición se debe de parar, son objetivos de un México Nuevo.
Recuperar al Estado Democrático, Libertario, Social, Eficaz, es una necesidad, pero sobre todo un Estado de Derecho.
Ah, parar el proceso de aborregamiento de su población es prioridad, su ciudadanizacion y civismo es un medio necesario.
Así las cosas, en vía de mientras sea usted rabiosamente feliz.
Desde los Ángeles Iztapalapa para el Mundo
Nha Xasgshxo Bihshe
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